Gracias por venir...


Caminando descalza...

El comienzo de un nuevo camino se puede hacer pesado si vienes de un camino largo a ningùn sitio. Muchas veces damos vueltas y vueltas sobre los mismos pasos, con los mismos zapatos y los mismos hàbitos. Esto se va convirtiendo poco a poco en una monotonia que cansa, te sientes uno de esos ponys de feria que sòlo hace dar vueltas.

Esto lo conocìa de sobra nuestro caminante, asi que tendiendo la mano a ese alma que encontrara en su camino le dibujo un nuevo sendero sobre huellas aùn sin dibujar. Serìa un camino ùnico para los dos, nadie màs pasara nunca por alli; muchos se aproximaron, pero ellos iban a hacer un camino màgico sòlo para dos.


"Quitate los zapatos y mira tus pies"-le dijo Èl- "conmigo no necesitaràs protecciòn, no necesitas el fetiche de tus tacones, no necesitas nada para sentirte fuerte porque lo seràs en mi compañia. Balancea esos pies desnudos como una niña pequeña en este columpio que es la vida, disfruta de la brisa en ellos, siente por fin la calma en ti..."

Y con una gran sonrisa ella hizo su mochila para emprender aquel viaje, ya descalza.
Poco necesitaba meter en su mochila, la ilusiòn los harìa caminar sin prisa por llegar al destino porque disfrutarìan del paisaje y las sensaciones, el respeto les acompañarìa en su paseo, los mimos estaban asegurados en sus miradas y palabras, la complicidad crecia paso tras paso, los juegos eran inevitables entre estos dos juguetones... asi que ella sòlo se volviò para coger aquella estrella fugaz que un dia se posò en su mano de casualidad y la acercò hasta Èl...

... o era ella la estrella fugaz que se posò en la mano de Èl??

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